Acabando el pasado año hacía una nota mental sobre propósitos para el año que entra, y repasándolo me he dado cuenta de que por una vez he cumplido al menos la mitad de las cosas que me propuse, algo aún más positivo sabiendo que las que no se vieron cumplidas resultan ser las de menor importancia. Realmente lo más importante para mí es el jugo que le pueda sacar a cada año, y de éste ha sido:
- Más cursos esporádicos, pequeños trabajos y experiencia que me acercan un poco más a donde quiero estar mañana.
- Carnet de conducir. Se ha resistido, pero ya hace un tiempo que puedo decir oficialmente que soy un peligro público más sobre la carretera.
- Estudios. Tras un año en blanco (académicamente) he retomado mi vida académica comenzando estudios de Imagen, y no me puedo quejar del resultado del primer trimestre.
- En objetivos personales también he logrado un saldo positivo, no es que haya sido para lanzar serpentinas al aire, pero he cumplido los mínimos que me propuse.
- He empezado a colaborar en un proyecto de software libre (Gajim), lo cual no era un propósito inicial pero sí es cierto que siempre he querido de alguna manera devolver todo lo que la comunidad me ha ofrecido desde siempre.
En definitiva, como no puede ser de otra manera, ha habido cosas buenas y desde luego cosas no tan buenas, pero lo importante es saber sacar el partido a todo, como digo, a lo bueno y a lo malo, y creo que de este año me llevo bastantes cosas.
Para el año que viene no voy a hacer una lista porque sería casi una prolongación de la que ya hice, en definitiva, acabar bien el curso, seguir rediseñando mil veces Giingo y continuar madurando y creciendo como persona en la medida que pueda. Creo que mis propósitos concretos son tan concretos que serían más bien «propósitos para Enero» que propósitos para 2006″, el primero de ellos: un nuevo diseño para antes de acabar las vacaciones.
Como ésta es la última entrada del año, a todos los que me leéis: ¡feliz 2006!.
Un gran día para los amantes de Jabber y GTK+. Como ya 
Así de claro lo digo. Hace tres meses cambié mi monitor CRT por uno nuevo TFT buscando varias cosas: salubridad (trabajando diariamente con 1280×1024@60Hz un TFT sería un regalo para los ojos), mayor área de visión (aproveché el cambio para saltar de las 17 a las 19 pulgadas) y estética (inmejorable). Pero aunque a priori gané todas esas cosas, me dejé otras tantas por el camino, y ahora voy a vender mi monitor para volver a comprarme un CRT que son las que voy a explicar. Puede constar que era consciente de la mayoría de ellas, pero siempre se tiende a pensar el típico «bah, no será tan exagerado, y además con lo que avanza la tecnología…» así que aquí dejo algunas cosas que pueden interesar, a modo de referencia. Problemas de los TFT:
Supongo que el haber protagonizado Amelie -que sin duda es mi película predilecta y fetiche- ha influido bastante en haberla convertido en uno de mis amores platónicos, pero no obstante, también el poseer esa belleza dulce y romántica que comparte con muchas actrices francesas, entre otras cosas.
El 21 de Noviembre de 1995