Aquella noche llegué a dos conclusiones: La primera fue que un camino peligroso lo es todavía más en la oscuridad. La Segunda, que estaba irremediable y desesperadamente perdido.
Big Fish (2003)
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noviembre 2011
Dado lo variopinto de mis contenidos, y por tanto, probablemente de mi audiencia, explicaré en primer lugar que un relé es como un interruptor, pero controlado eléctricamente, dicho coloquialmente. De ésta manera, en pocas palabras, un relé USB me permite encender y apagar aparatos eléctricos desde el ordenador.
Lo cierto es que no hay muchos sitios donde poder comprar un relé controlable por USB, pero yo además tuve doble suerte porque encontré un ‘fabricante’ que además proporcionaba un programa para su manejo que funcionaba en Linux. Lo encontré en TCTEC y distribuye en varias tiendas internacionales por unos 40€ la placa de cuatro relés.
En mi caso, la utilidad de este aparatito es darle un valor añadido más a mi servidor casero, y hacer que éste haga varias cosas, por poner las primeras ideas en las que estoy pensando:
- Encender una luz de sirena cuando el sistema de vigilancia basado en Motion detecte una alerta en alguna de las cámaras (el servidor ya hacía las veces de vigilancia desde hace un tiempo).
- Programar el encendido y apagado de la calefacción. Fácil combinando el programa que controla el relé, y el servicio CRON de Linux.
- Hacer (mediante Motion) que las cámaras de seguridad hagan de detectores de presencia y enciendan selectivamente la iluminación al pasar.
- En definitiva todo lo que se pueda hacer programando un interruptor, las posibilidades son numerosas…
Una vez con el cacharrito en la mano, voy a explicar cómo configuro y manejo el software que proporciona el fabricante para Linux.
La historia de haber acabado en éste banco debe ser parecida a la de la mayoría de sus clientes. La única alternativa real de banca ética en España se llama Triodos Bank, que, como a mí, atrae a clientes concienciados con la ética social, la sostenibilidad y el medio ambiente, porque son ésos precisamente los compromisos de inversión y actividad de éste banco.
En mi caso, además, no me ha movido sólamente mi propia conciencia sino también, en no menor medida, mi más sentida repulsa hacia el resto de entidades bancarias y financieras, artífices en calidad de co-protagonista de casi todos los males que nos está ofreciendo la crisis.
Según su propia definición, Triodos Bank es un «banco independiente fundado en Holanda hace 28 años y cuyos pilares corporativos se asientan en la ética y la sostenibilidad. Con el capital de sus clientes promueve la agricultura ecológica, el comercio justo, la cooperación al desarrollo, así como la tecnología medioambiental, entre otras actividades».
Realmente, en la red hay lugares donde explican mucho mejor que yo en qué consiste todo esto, así que recomiendo bastante la lectura de éste apunte o ésta discusión en el foro de burbuja.info.
Además, uno de los vídeos más conocidos sobre Triodos que hay por Internet es una conferencia de Joan Antoni Melé, subdirector general Triodos en España. Se llama «Dinero y conciencia: ¿A quién sirve mi dinero?» y es muy recomendable echarle un vistazo, es entretenida y didáctica de principio a fin.
Por ahora, no voy a precipitarme a contar mi experiencia porque apenas hace unos días que tengo mi cuenta operativa, pero sí creo que merece la pena mencionar el asunto, porque mucha gente no conoce que incluso dentro del mundo financiero hay alternativas para cambiar las cosas.
No es ningún secreto que las suculentas (o crasas) sean de lejos mis plantas preferidas, como tampoco lo es, que dentro de éstas últimas, sean las haworthias probablemente mis predilectas.
No soy muy dado a tener variantes, pero ésta Haworthia chloracantha var. denticulifera supo bien cómo hacer que me fijara en ella, entre tanta pequeña maceta del vivero donde la compré por un precio irrisorio, hace aún menos de un año.
Anoche Anoushka Shankar iluminó todo el escenario del Teatro Circo de Cartagena. Su último disco (Traveller) es una fusión de flamenco y música hindú que resultó deliciosa.
Otro gran artista a tachar de la lista de conciertos imprescindibles antes de morir.
La foto en esta ocasión es cortesía de mi gran amigo Humberto, que me demostró cuánto me puedo arrepentir de no llevar sólo por un día mi propia cámara.
Más o menos, por éstas fechas, hace ya cuatro años, decidí tomar en serio la bicicleta como transporte habitual. Siempre he estado vinculado a la bici, desde muy pequeño, pero hace cuatro años fue la primera vez que, con todas las opciones a mi alcance (por entonces ya tenía carnet y coche) elevé a la bicicleta como opción principal de transporte. Ha llovido mucho desde entonces pero la decisión cuajó y tras cuatro años puedo hallarme contando lo positiva que aún hoy sigue siendo esa decisión.
Curiosamente, hace un mes escaso Choco Buda escribía sobre el mismo tema en su recomendable blog, y además coincidíamos en aniversario ideológico, una anécdota que me sacó una sonrisa.
Hoy es un momento especial y emocionante a la vez, y es que hace escasos minutos que dado por finalizado el primer lavado de cara de mi portafolio personal desde que lo inauguré a principios de éste mismo año. Lo cierto es que ha durado poco, pero con el paso del tiempo el esquema me parecía demasiado estrecho y el diseño en general un poco sucio, y además me parecía que la forma de ordenar los contenidos se podía mejorar.
Así que aquí está la segunda versión, con un nuevo diseño, un nuevo orden y por supuesto un nuevo esquema. Dando protagonismo al contenido más destacado ya desde la portada, internacionalizando su lectura (aunque al mismo tiempo haciendo universal el lenguaje de navegación), usando jQuery para cargar contenido dinámicamente y empleando unos rollovers más atractivos para los botones. Es toda la presentación que puedo hacer, espero que el resto lo diga la propia web por sí misma: