agosto 2005

He decidido que voy a copiar la idea de Mariano y que también he visto en algún blog que ahora no recuerdo. Periódicamente dedicaré un post a compartir con vosotros una selección de posts que me han llamado la atención de otros blogs, sobre todo porque me he dado cuenta de que gracias a este tipo de posts he descubierto más de un blog interesante, y es otra forma de hacer feedback a los posts que por el motivo que sea me han gustado.

• Guiness, el perro que habla. De la mano de Kriptópolis, uno de mis blogs favoritos tenemos un post tan ameno como interesante sobre la esteganografía.
• DNG, el nuevo estándar para las imágenes sin compresión. Mini-d nos da información sobre este nuevo formato estándar y libre para imágenes sin procesar impulsado por Adobe.
• Aprenda a llamar a la policía. Un chiste que a más de uno le sonará más a realidad que a ficción.
• De Shakespeare poco. El spanglish como deporte extremo.
• ¿Qué es un cólico nefrítico?. Antonia Romero explica como nadie uno de los dolores más dolorosos que un servidor también conoce, y parece que no somos los únicos.
• Ueli Sigg presenta las obras de 180 artistas chinos [fr]. Mao, denuncia del comunismo, el dólar ridiculizado o el horror de las injusticias contra las mujeres forman parte de la temática de esta polémica exposición.

La entrada de hoy va a cargo de Zarem, gran escritora y mejor amiga, que cual bloguera en gira se va a encargar con un micro-relato, de sacar a Giingo del pequeño letargo que experimenta esta semana de Agosto.

«Perdida»

En la habitación sólo se veía una luz blanquecina al fondo, como si marcara el final de un tunel, como si esa fuera la meta de todo aquel que atravesara el mármol pulido del que estaba recubierta toda la estancia.

Mi mano sujetaba el pomo de la puerta, titubeante, esperando un ruido, una voz, un sonido que impidiera que diera un paso más. Silencio. Reuniendo todo el valor necesario, avancé suavemente, mis pies no emitian sonido alguno, como si las pisadas no quisieran distraerme de mi determinación. Miedo.

Entrecerrando los ojos en aquella semioscuridad intentaba ver el camino, cuando un chasquido paralizó todo mi cuerpo, que no respondía a mi deseo de seguir avanzando. Terror.

Alguien me sujetaba la muñeca con firmeza y aunque mi garganta deseaba gritar, sólo conseguía producir un ronco estertor… No, Zarem, es por aqui… Alivio.

(Crónica de mi desbordante fantasía y de porque siempre termino perdiendome).