Y con esta foto tan estereotípica tomada en el barrio malagueño de Sacaba despido este año raro que ya casi ha finalizado, con una rápida recapitulación.
Un año que comenzó con la renovación de mi PC habitual, un evento aparentemente mundano, pero cargado de simbolismo para mí, pues mi equipo anterior, que me había acompañado durante casi 9 años, es el equipo que me ha acompañado en casi toda mi trayectoria y con el que he creado casi todo mi portfolio como diseñador 3D.
Pronto llegarían efemérides curiosas como los 5 años desde la publicación de KISS: An Animated Show, que fue mi primer proyecto de animación y siendo el vídeo más visto en mi canal de Youtube, o el primer ‘cumpleaños’ de Benito, que además protagonizó Fast & Fluffy, mi último cortometraje animado.
La vuelta al tenis de mesa ha sido también una bonita experiencia, pues es un deporte que no practicaba desde los 16 años, y que tenía muchas ganas de recuperar.
Este año, además, este blog ha cumplido la friolera de 20 años, algo que me hace sentir una mezcla de orgullo, vértigo y también algo de nostalgia, por la época de auge de los blogs y la entonces web 2.0, cuando los usuarios aún éramos soberanos del contenido en la red, y no rellenábamos gratis los servidores de las redes sociales, creando contenido a capricho de los algoritmos.
Si renové mi PC tras 9 años, también di paso a Fastuc, mi nueva bicicleta, que sustituye a mi vieja leyenda tras 16 años de servicio, y con la que ya he vivido todo tipo de experiencias, desde viajes en bici por los pueblos de Segovia, hasta la gran Criticona Toperitona (masa crítica nacional anual) que este año se celebraba en Málaga y otras experiencias variadas, completando, junto con más experiencias personales, un año singular.