Después del género Haworthia, probablemente mi preferido es Adromischus, un género no tan extenso pero también repleto de especies con las formas y colores más curiosos.
En éste caso, un Adromischus cooperi luce sus dotes de modelo en el mini estudio que monté para hacer fotografías a algunos de mis ejemplares. La fotografía es del pasado mes de mayo, y le ha dado tiempo a crecer y a sobrevivir a una lluvia con granizo, pero doy fe de que ahí sigue, con sus hojas rechonchas y moteadas, alegrando orgullosamente mi colección.
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