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enero 2025

Acercándome a la madera

La senda que comencé a transitar el año pasado por la parte más física y tangible del diseño me llevó a explorar, como nunca antes, el mundo de los materiales, y especialmente el de la madera. Dentro de lo físico, me he sentido atraído por las virtudes de lo natural y orgánico, no solamente en cuanto a la materia prima en sí misma sino también en cuanto al diseño cuando ayuda a generar colores, formas y texturas cercanas a la naturaleza.

Es por eso que estoy diseñando mi escritorio y espacio de trabajo con estas premisas en cuanto a materiales (madera, corcho, filamento con fibras de madera, etc.) y formas que huyen de las aristas marcadas, los ángulos de 90º y las líneas rectas.

Y en medio de todo esto, la madera está teniendo sin duda un papel protagonista. No es que me vaya a reconvertir profesionalmente en carpintero, pero me interesa mucho profundizar en todas las técnicas de trabajo con madera que me lleven a lograr esos colores, texturas y formas que me hacen sentir bien porque conectan con mi cerebro primitivo y me acercan al entorno natural, especialmente en ámbitos donde predomina la tecnología, por eso un escritorio con su PC y sus dispositivos asociados, me parece un reto para llevar a cabo esta nueva aventura.

Historias de la huerta (V): El Palmeral de Zaraíche

No muy lejos de Torre del Fraile, la huerta de Murcia más próxima a la ciudad esconde un tesoro que aún hoy día no mucha gente conoce. El palmeral de Zaraíche es hoy en día algo parecido a un parque que se encuentra en la pedanía del mismo nombre y a muy poca distancia de la concurrida avenida Juan Carlos I, una de las principales arterias de la ciudad.

En pocos lugares se puede contemplar el contraste entre lo que queda de huerta y el avance urbano como en este lugar, pero tras la puesta en valor que se hizo en 2015 aún sirve como refugio y nos invita a evadirnos del ruido de la ciudad y a evocar cómo era el paisaje de la huerta de Murcia hace un siglo, repleto de palmeras datileras, con sus acequias y brazales al aire, y con un ecosistema que equilibraba el sistema agrario de irrigación con un entorno natural rico y privilegiado.

Siempre es un placer acercarse a este lugar, que es como una tranquila burbuja de huerta encerrada entre grandes avenidas.