Los libros han estado ligados desde siempre a mi vida de una manera u otra. De pequeño tuve la suerte de crecer en una casa poblada con numerosos libros de todo tipo todo el tiempo al alcance de la vista y la mano, desde enciclopedias hasta clásicos de la literatura universal. Sin duda era (y es) el caldo de cultivo perfecto para crear un futuro lector.
Durante mi niñez y juventud leía sobre todo novelas y cuentos, aunque también devoraba libros divulgativos sobre los temas que me iban interesando sucesivamente (animales, minerales, geografía, música, etc.) por lo que es de esperar el gran volumen de libros que he ido acumulando a lo largo de los años, sin contar las largas horas que he pasado en la biblioteca pública.