Fotograma de la película
Lo diré sin rodeos: Pos eso es probablemente la mejor película que he visto este año. Es una película de humor abiertamente española (estética y culturalmente) y no por ello es casposa o zafia; digamos que está más cerca de Airbag que de Torrente. Además es una película de animación que muestra sin tapujos el gran talento que hay en España, y lo mejor de todo es que lo hace huyendo del mainstream y de la estética Disney que domina hoy día casi todos los tópicos estéticos y clichés de la animación, sin desmerecer a Disney, que conste. La película está muy bien definida en su web oficial:
Es una comedia de acción satánica en plastilina. Posesiones, exorcismos, poltergeist, brujería, sangre y flamenco, son los ingredientes de esta comedia, que rinde homenaje por igual a todas las películas de terror relacionadas con el diablo y a todas las de Berlanga, en riguroso plastianimation.
Está contada con originalidad, sin pretensiones de reventar IMDB, pero rebosante de creatividad y calidad narrativa. Ahora que me encuentro totalmente inmerso en el mundo de la creación 3D y la animación, me asombra imaginar todo el esfuerzo y el talento que hay puesto en la película, y me aterra pensar cómo la han sacado adelante con unos ridículos 1.2 millones de euros de presupuesto.
La parte triste de la historia es que solo supe de la existencia de esta película en Internet. Y es que tuvo una promoción y distribución pésimas. Lo primero es evidente, y lo segundo se puede conocer gracias a una entrevista a su director, de la que extraigo:
» /../ Se murió a nivel nacional porque el estreno fue un desastre y se ha muerto a nivel internacional porque el encargado de las ventas internacionales pasa totalmente. Mi única esperanza es que alguien la piratee y que la gente la pueda ver, que el pirateo salve mi película, porque nadie se ha enterado que mi película se ha estrenado, es muy triste»
Y doy fe porque en su momento no pude verla en el cine, y al menos gracias a Internet he tenido la suerte de poder acceder a ella. Si aceptaran donaciones, yo mismo pagaría el precio de una entrada de cine directamente a los creadores.