Hace pocas semanas, encontré el vídeo de apertura de la serie Black Sails en Love You Good. Como amante del 3D, quedé fascinado, y la consecuencia inmediata fue hacerme con los capítulos para ver si la serie en sí, estaba a la misma altura.
Ni que decir tiene que si estoy escribiendo aquí sobre ello, es porque sin duda merece la pena. Lo primero que me gustó fue el vídeo de apertura, después me sedujo su increíble banda sonora, y finalmente que la serie fuera producida al margen de la atmósfera Disney de las películas de la saga Piratas del Caribe.
Esto último lo menciono porque la estética en general de la serie parece poner bastante empeño en ceñirse con rigor a lo que históricamente fueron los piratas del siglo XVIII. Así pues, sin olvidar que después de todo es una producción comercial (las escenas lésbicas me parecen bastante gratuitas) no me deja de parecer que conserva suficiente respeto histórico. Y esto se puede apreciar, por citar un ejemplo, en la música de la banda sonora se acerca más a la música tradicional que podría escucharse en una taberna de la isla de Nueva Providencia que a la orquestación épica y sugestiva de las grandes producciones.
La buena noticia es que ya están pactadas la segunda y la tercera temporada, así que solamente queda esperar con una buena botella de ron.