Encontrar un cartel así por la calle como mínimo obliga a pensar y a reflexionar a un ser sensible al significado de las cosas, y la suerte de haber llevado mi cámara encima me permite contarlo de una manera más gráfica.
Resulta curioso con todo lo que solemos algunas personas analizar la vida y reflexionar sobre ella, frecuentemente acabamos funcionando a base de estímulos. Es difícil ser constante y trabajar sólo con la propia energía y voluntad, necesitamos recordar por qué hacemos lo que hacemos y pensamos lo que pensamos. Un cartel así es un estímulo más para recordar cosas básicas, y eso es lo que he dicho: un estímulo para provocar reflexión, para provocar movimiento.
Me ha gustado encontrar ese cartel porque es cierto que a veces olvidamos que el mañana es pura invención, y preocuparse o querer saber al respecto, supone gastar energías en una ficción constante, puesto que lo único que es real es este momento, y no mañana, que no existe ni existirá. Aunque mañana… no sé.
No Comments