Que sí, que se suele decir que las bicicletas son para el verano, pero yo siempre he afirmado justo lo contrario. En invierno sé que sólo tengo que abrigarme y voy comodísimo en la bici, en cambio, en verano apenas hay forma de escapar al sofocante calor, y pedalear bajo el sol puede llegar a convertirse en un problema serio. Precisamente por eso quiero compartir todas las técnicas que he ido aprendiendo a lo largo de varios años pedaleando bajo el tórrido sol de una ciudad como Murcia.
Creo que no hace falta aclararlo pero obviamente ésta es una entrada enfocada a quien use su bicicleta habitualmente, y para actividades no deportivas ni de ocio. Para quien usa la bici «en serio»: para ir al trabajo, a la compra o en desplazamientos cotidianos.
En definitiva, nadie se va a librar del calor, pero sí que hay varios aspectos que, tenidos en cuenta, me ayudan a que usar la bici en verano pase de ser pedalear dentro de un horno crematorio a sencillamente pedalear con calor.