Regreso al futuro con un Nokia 8210

El Nokia 8210 no ha sido el móvil más resistente que he tenido, porque ese galardón se lo lleva el indestructible 3310, pero sí ha sido mi teléfono móvil preferido de todos los tiempos.

Debido a un período transitorio, éstos días lo estoy volviendo a usar diariamente, y el torrente de recuerdos que tenía con él, se vuelve a materializar.

La ergonomía y lo completo de su menú, fue marca de la casa en todos los Nokia de la «época del blanco y negro», de hecho, a día de hoy, sólo echo de menos una función que sí tienen los teléfonos actuales, y es la de silenciar una llamada entrante sin colgar (sí amigos, ¡sé que vosotros también usáis esa función!).

Cada elemento de menú tenía un número de manera que usando las teclas de marcar, se podía llegar a cualquier parte del menú en segundos. Por ejemplo, 1-3 para escribir un mensaje, 4-4-1 para definir si cualquier tecla responde o 6-2 para jugar al Snake. Recuerdo que me conocía tan bien las secuencias, que puse los menús en griego. Y hablando de Snake, menudas horas muertas me habré tirado jugando al susodicho juego en la parada del bus.

Desde luego, la pantalla LCD no permitía muchas de las cosas que permiten las de ahora (como ver fotos) pero se podía leer infinitamente mejor tanto a pleno sol en la calle, como en la más absoluta oscuridad, eso no hay aún quien me lo pueda negar. Lo que también es cierto es que acostumbrado ahora a los teléfonos modernos, ésta vieja pantalla no vale como linterna improvisada cuando, por ejemplo, buscamos nuestra butaca en el cine.

Y también, esa generación de Nokias dejó como legado la cultura de los ‘logos’ y los ‘tonos con partitura’. Seguro que a más de uno se le escapa una lagrimita cuando le menciono el programa Logomanager, que permitía a través de un cable, o por infrarrojos (según las posibilidades del modelo) transferir imágenes que sustituyen al logotipo de operador, y también partituras para las melodías que se usan como tonos de llamada. Proliferaban como champiñones por aquella época cientos de páginas con extensas galerías de logos de dudoso gusto.

¿Alguien se imagina que todos los teléfonos móviles volvieran a ser como en 2003?