El Nokia 8210 no ha sido el móvil más resistente que he tenido, porque ese galardón se lo lleva el indestructible 3310, pero sí ha sido mi teléfono móvil preferido de todos los tiempos.
Debido a un período transitorio, éstos días lo estoy volviendo a usar diariamente, y el torrente de recuerdos que tenía con él, se vuelve a materializar.
La ergonomía y lo completo de su menú, fue marca de la casa en todos los Nokia de la «época del blanco y negro», de hecho, a día de hoy, sólo echo de menos una función que sí tienen los teléfonos actuales, y es la de silenciar una llamada entrante sin colgar (sí amigos, ¡sé que vosotros también usáis esa función!).