La experiencia de volver de TFT a CRT

Me he animado a escribir sobre ésto porque es un tema sobre el que he visto poca (o ninguna) información y a raíz de mi anterior entrada sobre este tema he comprobado que despierta cierto interés en usuarios que no terminan de formar una opinión. Ésta vez sin defender que uno sea mejor que otro, voy a dejar para la posteridad mis impresiones a corto y medio plazo de la transición de un monitor plano TFT a un CRT.

Para dar un poco más de credibilidad a mi experiencia dejare detallado que los monitores implicados son un Fujitsu Siemens ScaleOView C19-3 (el TFT) y un Philips 109 B6 (el CRT), o dicho con otro lenguaje: dos monitores TFT y CRT ambos de gama media en su segmento.

• Algo que no se puede pasar por alto es la economía. Vendí mi TFT con 3 meses de uso 50 euros más barato de lo que me costó y aun así me sobró dinero al comprarme un monitor de las mismas pulgadas en CRT.
• En un primer momento, la diferencia en el tipo de refresco de ambos monitores se nota. Yo lo noté aún más porque mi nuevo CRT debía venir de fábrica a unos 60Hz y se notaba mucho sobre todo cuando predominaban los colores claros. El primer ajuste que hice fue emplear (¡por primera vez!) 1600x1200px de resolución a unos aceptables 75Hz, que además es la frecuencia recomendada para esa resolución por el fabricante (podia usar más). Después de usar esa configuración durante mes y medio no he notado ninguna diferencia en cuanto a cansancio de vista, he comprobado por mí mismo que un CRT a una frecuencia aceptable (=>75Hz) está a la altura de un TFT; otra cosa ya es la radiación no visible que si bien lo sitúa en desventaja con un TFT, a día de hoy primero con la norma TCO99 y recientemente con la TCO03 éste es un factor realmente despreciable.
• Ya que hablamos de monitores TFT/CRT y su repercusión para la vista, he notado claramente como es más cómodo trabajar con un CRT con la luz apagada o con poca luz. Cualquiera que se haya cambiado a TFT habrá comprobado cómo «chillan» a la vista estos monitores con la luz apagada o poca luz.
• Ya no se trata sólo de lo realmente bien que se ven todas las tonalidades oscuras de los colores, para mi sorpresa los colores también son más puros. Esta diferencia la noté sobre todo porque el cambio fue de un día para otro, así que lo noté claramente en los colores de mi fondo de pantalla y aplicaciones que usaba a diario. En en el monitor TFT tenía correctamente ajustados brillo, contraste, saturación así que hasta cierto punto se puede considerar esta sensación objetiva.
• Al carecer de una única resolución nativa los monitores CRT, puedo usar en las mismas pulgadas una mayor resolución sin perder calidad (que yo sepa ningún TFT de 19» permite más de 1280×1024). Es realmente una pasada poder trabajar a 1600×1200.
• Quizás una de las pocas desventajas que he notado es que en el CRT siempre hay que ajustar la geometría de la pantalla inicialmente y hay que tener algo de maña y perder unos minutos configurando la imagen correctamente para evitar distorsiones no deseadas. En el TFT sólo se tienen como mucho problemas de descentramientos que se solucionan en segundos, y cuya corrección es también sólo inicial.
• La segunda y única desventaja que he notado al volver a CRT es que la reflexión de la pantalla es mayor. Resulta moderada y no llega a molestar para trabajar, pero en este sentido un TFT es aún mejor, al César lo que es del César.
• Aunque mi anterior TFT ya tuviera un refresco aceptable (12ms) he notado cómo ha desparecido el efecto «ghosting», sobre todo en áreas de mucho contraste, por ejemplo el cursor del ratón blanco moviéndose sobre fondo negro.
• También he notado, ya como dato curioso, que la pantalla parece estar metida dentro de una ventana debido a todos los filtros y cristales que debe llevar el CRT, y en contraste con los «superficiales péxeles» de la pantalla del TFT.

Y eso es todo. Realmente creo que ninguno de los dos tipos de monitores es perfecto para todo y que como en todas las cosas, dependiendo del uso final y las exigencias, será mejor uno u otro. Así que como no se suelen ver muchas opiniones «contracorriente» cuando una tecnología arrasa (no siempre por su calidad), aquí queda mi apunte.