
Nadie puede negar la belleza de un amanecer y el romanticismo implícito a muchos niveles. Siendo algo tan sencillo, ver amanecer es algo que tenía ganas de experimentar desde hace mucho tiempo, pero que he postergado desde siempre. La aversión a madrugar era un gran escollo, pero no menos importante que un ritmo de vida que rara vez deja espacio para placeres simples y terrenales como este.
Si hay un momento para conectar con este tipo de experiencias, es este presente tan raro que estamos viviendo, cada uno a su manera, así que un día decidí preparar la mochila con algo de desayuno y el equipo fotográfico para el día siguiente. La intención era levantarme lo suficientemente temprano para estar allí arriba antes de que amaneciera.
Levantarse una mañana de Enero aún de noche para cualquier cosa que no sea ir a trabajar requiere un motivo poderoso y cierto grado de determinación, pero la ocasión no pudo merecer más la pena.

El lugar elegido para ver amanecer fue la batería antiaérea del Turó de la Rovira, más conocidos como los Búnkers del Carmel. La finalidad de esta elección era doble: por un lado obtener un punto de vista privilegiado que combinara las increíbles vistas de Barcelona y el disfrute de mi primer amanecer, y por otro, grabar varias secuencias de vídeo y tomar algunas fotografías.
Y es por eso último por lo que preparé parte de mi equipo fotográfico, también quería aprovechar para grabar algunas secuencias de vídeo para usar con Benito, un personaje 3D que desarrollé recientemente, y que voy a usar para crear escenas cortas de él en diferentes lugares. La primera, de hecho, ya se puede ver en «Benito observa el amanecer» siendo casi un álter ego de quien yo fui aquella mañana.
2 Comments
Aquí no tenemos una Cresta del Gallo pero lugares bonitos desde donde ver salir el sol, unos cuantos. Ojalá puedas ver muchos amaneceres en Barcelona desde todos ellos
¡Por suerte ya me consta! Yo también espero disfrutar de este privilegio mucho tiempo :)